Amor, enamoramiento, amante, amado, desamor… Cuántas veces se ha cantado, escrito, añorado, suspirado por estas palabras… Desde el principio de los tiempos: leyendas, batallas épicas, mitos, auténticas tragedias comenzaron con una historia de amor. Sentimiento poderoso que todo humano ambiciona de alcanzar.
Pero ¿sabemos realmente lo que es el amor? ¿Amamos o estamos enamorados?
Existen amores platónicos. Esa devoción que se siente por una persona que apenas conocemos. Idealizada hasta el extremo, nos deslumbra y ni vemos, ni queremos ver sus defectos. Nada ni nadie se le puede comparar. Este estado de enajenación mental transitoria es enamoramiento y sucede en esa etapa confusa y tierna como es la adolescencia. La frase más pronunciada en estos casos es: “Es el amor de mi vida”.
Esta dulce enajenación mental transitoria puede darse también en la madurez. Ocurre a menudo cuando comenzamos una relación o al menos hemos tenido algo de intimidad con la otra persona. Somos incapaces de estar separados del otro, ese complejo de “muñón” que nos asalta si no está a nuestro lado, esa sensación de ansiedad. Ahora creemos que amamos, profundamente. No podemos estar sin él, sin ella, y sus defectos no nos importan, incluso nos hacen gracia. Pensamos que hemos dejado de idealizarle y comenzamos a decir frases tipo: “Le quiero tal y como es”.
Pero ¿qué ocurre cuando llegan las verdaderas decepciones, cuando los defectos del otro ya no nos hacen gracia? ¿qué pasa cuando nos hacen daño? Lo que ocurre es que esa persona deja de estar idealizada por ti y aparece ante tus ojos lo que es: un ser humano de carne y hueso, con sus grandezas pero también con sus miserias. Igual que tú.
Y esa es la verdadera prueba que la relación debe pasar. Porque al caer el mito del amado ideal, se produce un efecto dominó, también llega la desidealización de la propia pareja. Esa relación perfecta que parecía que habíais construido de manera única, inmejorable, envidiable incluso, ¿es tan perfecta?. Y finalmente te llega el turno a ti, porque tú también eres un ser humano y los defectos se encuentran en ti, igual que tus virtudes y así lo percibe el otro.
¿Cómo soportar tal dosis de realidad? El hechizo del enamoramiento se ha roto…pero llega la buena noticia, como dijo John Lennon: “El amor es la respuesta”
Porque ese que no me gusta del otro, si somos generosos para reconocerlo, ¿acaso no lo hago yo en otros contextos? ¿quizá es algo que el otro hace, yo no me lo permito y en realidad lo envidio? ¿no me gusta porque es reflejo de lo que yo pienso y me censuro?
Si nuestra pareja queda con un ex, por ejemplo, con quien ha conseguido forjar una relación de amistad buena y saludable para ambos, ¿cómo nos sentimos? Inseguros, enfadados, angustiados, con la autoestima tambaleándose… ¿qué hacer ante esto: no tolerarlo? ¿Acaso somos dueños del otro?¿Acaso si nosotros tuviéramos esa oportunidad no la viviríamos?
La clave está en la aceptación, en el “darse cuenta”. Si nos aceptamos a nosotros mismos, si somos francos y reconocemos que, en la misma situación, haríamos algo similar, inmediatamente estamos aceptando a nuestra pareja. Si somos tolerantes con nosotros, lo seremos automáticamente con el otro, a quien a pesar de sus imperfecciones amamos y acompañamos. Y eso sí es amor. Complejo, laborioso, profundo…amor.
Me encanta, claro y conciso.
Ay los amores, mueven montañas, creo que este va a ser el artículo más leído de este blog!
Estoy pasando por una crisis personal, que apareció de una día para el otro. Al parecer idealice mucho mi vida. Hace 11 años que estoy en pareja y 5 conviviendo y hasta antes de esto, todo iba re bien. Los últimos meses fueron dificiles en general. Hoy siento dudas, para con todo, se puede pasar por una etapa así y superarlo? creo en el amor y creo en la pareja, pero me noto incapaz de amar como me gustaría, durante este proceso de angustia. Existen periodos de desconexión emocional?
Gracias por compartir Mariano. Las crisis personales no sólo son posibles sino hasta cierto punto necesarias para evolucionar, a pesar de resultar desagradables.
Dices que tu crisis llegó «de un día para otro» y seguramente si haces un poco de introspección encontrarás la raíz en algo interior tuyo que venía evolucionando desde antaño pero que «de un día para otro» se hizo consciente o quizá algún acontecimiento reciente haya precipitado tu crisis. Imagino que estás viviendo esto con cierta sensación de vacío interior y hasta cierto susto.
Tranquilo, la crisis en esencia son pasajeras: sacarás una lectura que te hará crecer y evolucionar para bien. En cuanto a tu «desconexión emocional», (me imagino que te asusta bastante) es común en momentos de crisis, a veces nuestro organismo necesita disociarse del resto del mundo, del resto de emociones, esta situación también pasará y con el tiempo volverás a sentir tus emociones, y volverás a reconocerte.
Te aconsejo tratar de revisar qué aspectos de tu vida han cambiado últimamente, y mirar si hay algo que te asusta afrontar en tu vida o hubiera algo que necesite evolucionar en tu vida: pareja,familia, trabajo etc
Espero haber sido de ayuda, ánimo, de esta crisis saldrá un Mariano más consciente y renovado.
Estoy a tu disposición, un saludo
Beatriz
Gracias por tu respuesta Beatriz. Creo que deje mi vida individual de lado. y cree dependencia emocional por años, aunque por otro lado también se, que es un problema mío, y no de mi pareja, que es una persona buena con virtudes y defectos como todos. Capaz mi colapso se debe a eso, sumado a que en estos meses hubo cambios (externos) en mi vida fuertes, uno de ellos es una obra, mudanza. Creo q hay un poco de stress en todo esto también. Supongo que tendré que ocuparme de mi bienestar para estar bien con el resto y poder volver a conectarme no?. Gracias de nuevo!
Adelante con tu camino para recuperar el bienestar Mariano
Animo y un saludo