Está tan de moda en el mundo de la psicología y el coaching el tema de superar los miedos, que a muchos de vosotros os surge la misma pregunta ¿cómo lo hago?
Hagamos un mapa de lo que es la experiencia del miedo:
El miedo más universal e inmediato es el miedo a la muerte o a la enfermedad, habiendo quien teme más la muerte propia, y quien le asusta más la de sus seres queridos, otros no temen la muerte pero sí el dolor físico, o la pérdida de facultades. Hay quien tiene miedo a envejecer. Sea como fuere, se trata del mismo miedo: miedo a la pérdida de salud propia o ajena, física o mental.
En la misma línea iría el miedo a perder el trabajo, pues tiene que ver con el miedo a ver amenazada nuestra supervivencia.
Sin querer obviar la gran envergadura de este miedo, hoy nos vamos a centrar en otro tipo de miedos más cotidianos, particulares, y sutiles. Son esos miedos que pensamos que “sólo nos pasan a nosotros” o a gente como nosotros, y que solemos vivir en silencio o ni siquiera nos permitimos hacerlos conscientes.
Para solucionar un problema hay que plantearlo correctamente:
El miedo no es un problema, el problema es todo aquello que dejas de hacer por miedo.
En terapia no tratamos sólo el miedo, tratamos aquello que hacemos para evitar sentir ese miedo. Es decir en terapia más que el miedo abordamos la evitación.
Cuando sentimos miedo, evitamos toda experiencia que nos pueda conducir a sentir miedo y por tanto nos privamos de muchas experiencias por miedo.
El fóbico sabe de lo que hablo, su problema no es la fobia en sí, sino todas aquellas experiencias de la vida que evita a causa de su miedo. Además cuando evitamos una experiencia por miedo, nuestro cerebro entra en una espiral viciosa entendiendo que “si evitas todas esas cosas, no sentirás nunca miedo, sigue así!”. Doble trampa! Hasta que poco a poco se va privando de experiencias necesarias para desarrollar nuevas habilidades, llegando a vivir en una rigidez psíquica muy limitante.
Todos los seres humanos tenemos algún rasgo «evitativo« para no vivir la amenaza del miedo
Veamos los miedos más comunes:
- Miedo a hacer el ridículo
- Miedo a ser humillado
- Miedo al fracaso
- Miedo a la soledad
- Miedo al abandono
- Miedo a traicionar mis ideales
- Miedo a sentir miedo (la espiral del miedo, aquí estarían entre otras las actitudes contrafóbicas)
- Miedo a no ser competente
- Miedo a no ser único o el mejor en algo
- Miedo a perder la libertad
- Miedo a amar demasiado
- Miedo a ser controlado
- Miedo a perder el control
- Miedo a la intimidad
Y un sinfín de etcéteras, que se pueden resumir en lo siguiente:
El miedo de los miedos es “el miedo a lo desconocido”. O lo que es lo mismo miedo al cambio. Así por ejemplo un bombero, sentirá más miedo a una lesión que le tenga convaleciente en cama comparado con el miedo a enfrentarse a un gran incendio. ¿por que? Porque la experiencia de meterse en una casa en llamas le resulta familiar, la conoce, sin embargo nunca ha experimentado la quietud y el aburrimiento que produce estar en una cama durante semanas. ¿Por qué no ha experimentado esa quietud? Porque habrá evitado cualquier experiencia relacionada con la contemplación, y la ralentización sensorial en general, ¿por qué? Por miedo.
Por tanto, ¿cuál es la manera de conocer tus miedos?
Explorar tus polos opuestos, es decir lo contrario de lo que muestras de ti, aquello que no te permites hacer ni ser. ¿cómo se hace esto? De muchas maneras, cada uno encontrará la suya:
Por ejemplo si eres excesivamente bueno, es porque te aterra ser visto como mala persona, atrévete a ser alguna vez menos bondadoso, no hace falta que cometas ninguna maldad para ello.
Si eres rígido en tus planes es porque te inquietan los imprevistos o perder el control, vive por tanto alguna vez la experiencia de improvisar o confiar en los planes que hacen otros para ti.
Si por contrario, evitas planificar a toda costa es porque te llevas mal con las normas, vive la experiencia de ponerte una regla, por ejemplo, ser puntual con los amigos.
Si te da miedo el compromiso, dirás que eres un alma libre, si te da miedo la libertad dirás que necesitas la estabilidad. Y todo eso es cierto, es decir, si necesitas la estabilidad en tu vida, está bien, pero tienes que estar atento a no aferrarte demasiado a esa manera de ser y perderte otras vivencias y oportunidades de la vida por “ser de una determinada manera”.
Hay infinidad de parábolas y videos de youtube que simbólicamente transmiten la misma idea, “si miras de frente a tus miedos, verás que tras ellos no hay ningún fantasma, y que nada malo ocurrirá cuando des el paso de enfrentarte a ellos”
Esa bonita teoría ¿cómo se incorpora a la práctica?
¿Cómo se maneja el miedo en la vida cotidiana?
- Tomando conciencia que sientes miedo. Tomando conciencia de aquellas pequeñas cosas que evitas por inseguridad y miedo.
- Empezando a hacer pequeñas cosas diferentes en tu vida: si eres un pizpireta y muy activo, atrévete a aburrirte un poco, si eres Mr. Agenda prueba a improvisar una tarde, si eres muy escrupuloso entra en una tienda de segunda mano, si eres prudente y cauto en tus opiniones, atrévete expresarte un poco más, si tienes miedo al ridículo, haz pequeñas cosas que te den vergüenza, si eres reacio a pedir ayuda, intenta ser generoso de verdad permitiendo que otros tengan el placer de ayudarte etc.
Hay que ir probando poco a poco, mientras comprobamos que todo sigue igual, que nuestro mundo no se desmorona, y que nuestra autoimagen (la valoración de nosotros mismos) no sólo sigue intacta sino mejorada, más rica, más completa gracias a la variedad y a la creatividad. Esto nos permitirá estar provistos de más recursos propios para adaptarnos a los imprevistos y a los cambios que nos depare la vida.
- Dejar fluir esas pequeñas cosas, disfruta de ellas, y tratar de mantener una actitud de observación e introspección que te invite a realizar nuevos proyectos y cumplir nuevas ilusiones.
- Filtrar el feed back que recibes del entorno cuando realizas los primeros cambios, que serán tanto positivos como negativos, céntrate en los positivos, pues los negativos tan sólo quieren que seas el mismo de antes por su propio interés, no por el tuyo. Apóyate en las valoraciones positivas, que pertenecen a aquellos que de verdad velan por tu bienestar.
Me encantaría leer vuestras experiencias venciendo el miedo… porque si lo miras de frente, verás que “el miedo no es para tanto”
Y cuando eres consciente de adulta que desde que tenías uso de razón tendiste a ser el espejo de tu padre: una persona insegura, estricta, que solo vive para trabajar, no disfruta plenamente de la vida, la negatividad y el miedo están presentes en él, etc ??? A los 20 años sufrí mi primera crisis y deseaba morirme, sin saber el por qué, lloraba y lloraba, no teniendo sentido vivir para mí. 6 años seguidos así, tras la mejoría con consumo de fármacos y bueno, durante unos años muy bien y luego volver a recaer muchas veces y ahora, a mis 37 años soy consciente de todo y me doy un ascazo por ser tan parecida a mi padre, que puag!!! Por qué no pude imitar a mi madre? Una persona positiva, resolutiva, entusiasta, que está plena de amor. Tengo novio y animales y vivimos juntos y bueno, a veces, siento que este mundo se me viene largo, pues me siento la niña chica que a sus 4 años cuando entró en el colegio, sentía un miedo atroz a separarse de su madre y como si me estuviera preparando las oposiciones para Notario (una autoexigencia que me agota). Si existiera una operación que me abrieran el cerebro y me cambiaran el chip, yo me operaba. Ahora entiendo mi agresividad, mi tristeza, mi amargaera desde chica: tomarme la vida como mi padre, siendo yo una niña pequeña que lo que le tocaba era jugar y no asumir un papel de adulto. Mi niña interior está muy incómoda, agotada. Y bueno, soy positiva ante los demás porque no me gusta transmitir la negatividad y el sinsabor de esta vida mía, pero por dentro me siento podrida y bueno, si eres como mi padre, que a sus 71 años sigue igual, sin reconocer sus rarezas y seguir viviendo tal cual, pues no te afecta o eso supongo porque no es comunicativo siquiera. Menos mal que tengo parte de mi madre también y soy comunicativa pero me duele en el alma ser consciente de lo que me sucede y no saber vivir plenamente por las creencias irracionales que tengo. Dicen que cuando eres niño eres feliz, pues en mi caso, como dije, desde que tengo uso de razón he sido infeliz pero sin saber lo que me pasaba y con mucho miedo ante la vida, sintiéndome insegura, inferior y ante esto eché chulería y sé que he hecho daño a muchas personas pero no era consciente de mi irritabilidad. Siento que cada persona viene a esta vida a cumplir una misión: vivir plenamente pero en mi caso se jodió el invento, como, por desgracia, de muchas personas que leo y siento compasividad ante ellas porque antes de mi crisis yo no comprendía lo que era tener depresión, ansiedad y, a veces, fuí cruel con esas personas. En fin, que deseo sentir que me amo para poder amar a los demás. Solo existe en mi cabeza: «esta vida es jodida; la letra con sangre entra; tienes que trabajar por obligación y sentirte autoexigente, perfeccionista contigo misma (heredado de las creencias irracionales de mi padre, que sé que él lo hace lo mejor que sabe porque a saber lo que ha sentido él desde pequeño pero me repatea el hígado ver que es mi espejo y no saber cambiar el chip». ). Si es que, es demasiado, que si, por ejemplo, una persona querida mía se pusiera enferma en mi cabeza existe: primero el trabajo y cumplir con tus obligaciones que atender a ese ser. Desearía vivir en la pobreza y ser feliz. Tengo de todo a mi alrededor y yo me siento infeliz. Esto no es vida y no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Gracias por leerme! He desfogado escribiéndolo. Gracias por tu blog y por el tiempo que te tomas en responder, cuando puedes. Un abrazo pleno de luz, deseando que todos los seres estén libres del sufrimiento _/\_
Querida lectora,
gracias por elegir este espacio para poder desfogarte como tú dices. Entiendo que te encuentras en una lucha interna ardua e interminable que se acerca a la desesperación. Tengo también la sensación de que tienes mucha conciencia de tus sombras y poca de tus luces, el trato que te das a ti misma es tan duro que duele leerte, por eso te he contestado lo más rápido que he podido, para transmitirte mi apoyo y sobre todo mi ánimo porque estoy segura que puedes encontrar la manera de ser más compasiva contigo misma, más comprensiva, más tolerante, pero para ello necesitas aprender a mirarte desde diferentes perpectivas, no siempre desde la misma. El autocastigo no te yuda, lo llevas probando demasiado tiempo sin resultado, necesitas más amor contigo misma, verdadero.
Suerte y gracias por seguirme en el blog, en estos momentos no le puedo dedicar el tiempo que quisiera, pero en cuanto pueda seguiré escribiendo más artículos que puedan ayudarte a ti a tantos otros.
Otro abrazo de luz para ti, ojalá que te llegue
Cuidate
Muchas gracias por tu pronta respuesta y chapó porque diste de pleno en la diana. Mi madre, mis amig@s me dicen que valgo mucho, que los ayudo escuchándolos y dándoles salidas a sus problemas, que a pesar de todo mi sufrimiento desprendo luz y amabilidad pero…cuál es el problema? Que he vivido tantos años castigándome, que el creer en mí, en mis dones y talentos me cuesta la vida, por mucho que me lo diga el exterior. El amor empieza por uno mismo, sí. Y yo, a pesar de no amarme, intento no ser tóxica pero termino agotada física y mentalmente. Voy a buscar ayuda psicológica. Crees que el eneagrama me vendría bien? Y, fíjate, que tengo hecho un experto en mindfulness y el programa de 8 semanas de reducción del estrés de Jon Kabat-Zinn. Y por esto mismo, siento que me gusta predicar con el ejemplo y no es así; primero empezar por mi mente, que es mi peor enemiga. Y ya no quiero luchar contra ella porque esto solo hace engordar el ego. Me cuesta telita hacerme su amiga pero no me cansaré porque soy plenamente consciente de lo que me sucede. Gracias, gracias, gracias por ser tan linda!!!! Otro abrazote pleno de luz para tí
Tengo poca información sobre ti para darte consejos precisos, pero la impresión que me da es que has ido abordando tus dificultades con herramientas útiles para toda la vida (especialmente el mindfullness) pero sin haber recibido un acompañamiento terapéutico profundo, continuado, un apoyo firme, honesto y cálido. Seguro que en tu ciudad podrás encontrar ese acompañamiento, alguien que te ayude a percibir y sentir tus cualidades y que te ayude a recuperar el placer de estar contigo misma, habilidad con la que todos nacemos, incluso tú. Si me dices tu ciudad igual podría coincidir que pudiera recomendarte alguien.
Eneagrama es una herramienta muy útil, (yo trabajo con ella en terapia) y es tremendamente reveladora, pero también supone un revolcón emocional, pues supone ahondar en las emociones incómodas y las distorsiones cognitivas, y recomiendo zambullirse en el eneagrama con acompañamiento terapéutico, te lo digo como terapeuta y como antigua paciente 🙂
Creo que necesitas más un apoyo de alguien que consiga por fin hacerte de espejo de tus luces y consigas ver una nítida bonita imagen en ese reflejo.
Si quieres seguir consultándome igual sería más adecuado que me mandaras un email: b.alvarezpsicoterapia@gmail.com
Suerte y ánimo
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS! Acabo de enviarte un e-mail. Buenas noches, reparador descanso y feliz y consciente comienzo de semana. Abrazotes plenos de luz!