Diseccionemos el estrés para controlarlo

Aunque el estrés esté asociado, de manera general, a uno de los males que nos aqueja debido a un ritmo de vida nada saludable, es necesario saber que sin él probablemente no podríamos sobrevivir.

Así es y aquí va la explicación.

El estrés es una reacción natural de nuestro cuerpo que se genera a partir de una situación que nos pone en peligro: una situación de alarma. El estrés se convierte entonces en nuestro mecanismo de supervivencia porque hará que aumentemos nuestra atención y nos hará actuar con rapidez para evitar el peligro. La adrenalina y el cortisol son nuestros aliados hormonales en esta situación.

La cuestión es que debido a nuestro estilo de vida y a ciertas actitudes personales, nuestro estado de alarma lo hacemos permanente, y esto provoca que el estrés esté presente continuamente. Eso sí es perjudicial. La energía que nuestro cuerpo derrrocha en un estado de estrés continuo implica un deterioro general de nuestra salud y nuestro bienestar.

Estamos hablando del estrés crónico, el cual se produce antes de la situación de alarma, es decir, cuando nos estamos anticipando constantemente a algo que vivimos como potencialmente peligroso: ahí es donde nos invade la ansiedad. Es algo así como vivir en alerta continuamente.

Las cosas que nos generan ansiedad no tienen por qué ser grandes hechos, a veces anécdotas cotidianas son las protagonistas invisibles de nuestro estrés crónico: no llegar a tiempo a la clase de spinning, no estar contenta con tu último estilismo en la peluquería, no haber sido capaz de comer cinco piezas de fruta diaria, tener la impresión de no haber agradado a los amigos de tu pareja, elegir una prenda de ropa para una reunión de trabajo, tener invitados en casa, rechazar una invitación a una fiesta…  y un largo etcétera de combinaciones estimulares personal e intransferible, que, vividas desde la exigencia pueden amargarnos la vida.

En este punto, vale la pena saber diferenciar entre estrés: que se genera cuando te ocupas de algo en exceso (es como si la situación de desbordara) y ansiedad: que se genera cuando te preocupas de algo que quizá podría ocurrir en un futuro, y que no puedes quitarte de la cabeza.

buscar apoyo para combatir el estres

Cuando el estrés te desborda … busca apoyo

 ¿Te imaginas poder sacudirte  estos lastres?

Ahora que los hemos identificado quizá puedas librarte de alguno que acabes de detectar.

Si esto lo ves muy difícil, no tepreocupes hay prácticas que te ayudarán a mitigar sus efectos: técnicas de relajación, yoga, meditación…

Pero hay una solución única para estas situaciones de estrés y ansiedad: la tolerancia. Porque quien sufre más las situaciones estresantes son las personas más sensibles ante ellas.

Te aseguro que puedes aprender a tolerarlas y así enfrentarlas por ti mismo/a  y además sin sufrir por ello. Un profesional puede acompañarte en el proceso, no lo dudes, estamos para eso.

Una respuesta a “Diseccionemos el estrés para controlarlo

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