DEVOLVIENDO SU AGRESIÓN AL PASIVO AGRESIVO

“El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen”

J. W. Goethe 

Continuamos con la segunda parte de “Cómo protegerse de un pasivo agresivo” en el que os daba algunas pautas para identificar las agresiones indirectas de estas personas que nos dejan un sutil desasosiego en el cuerpo.

Ahora os voy a contar varios ejemplos REALES, (aunque novelados), que os ilustrarán cómo manejar el trato de un pasivo agresivo. Os recuerdo que confrontar y/o razonar sobre la agresión percibida no suele ser útil: normalmente un pasivo agresivo no puede ni quiere reconocer su agresión.

Lo primero es adoptar el rol adecuado para señalar su agresión: seremos meros testigos, que no valoran ni juzgan, tan sólo describen su conducta, evitaremos el papel de ofendido o víctima. Si transmitimos que estamos molestos, él o ella le dará la vuelta a la tortilla colocándose en el papel de agredido por nuestra “injustificada suspicacia”, incluso puede que aproveche para darnos algún consejo paternalista que nos irrite o nos toque la autoestima aún más, del tipo:       “ ay! pobre, qué mal lo has tenido que pasar con tus ideas paranoicas! me alegro de aclararlo todo…”

Nos limitaremos a ser como un espejo que le devuelve el reflejo de su comportamiento.

Lo segundo es confiar y ser paciente, sobre todo si la relación está forjada desde hace tiempo, no conseguiremos logros a la primera de cambio, pues vamos a ser tan sutiles como lo son ellos. Además al igual que nos llevó cierto tiempo identificar el doble comportamiento de esa persona, nos llevará cierta ocupación conseguir que deje de compensarle esa conducta hacia nosotros. El o ella parecen “no darse cuenta” de su comportamiento, y muchas veces lo hacen tan inconscientemente que efectivamente no se dan cuenta, o se olvidaran rápidamente, tú simplemente vas a “recordarle” lo que hacen.

Por insignificantes que te parezcan los ejemplos de más abajo, te aseguro que todos ellos tuvieron efectos positivos a medio plazo. No te quedes con lo literal, lee entre líneas la actitud que esconden.

  • Paula y Sara son dos buenas amigas que quedan para merendar de vez en cuando. En ocasiones también se apunta Mila, profesora de pilates de las dos. Sara ha notado que para los encuentros con la profesora, Paula se arregla bastante más que en las meriendas de ambas, además le cuesta menos pagar las rondas en presencia de la tercera amiga. Sara se siente muy apreciada por su amiga, pero en ocasiones percibe pequeños agravios comparativos con otras personas, sutiles, y aparentemente inconscientes. Una de las varias frases espejo de Sara para devolverle a su amiga su agresión fue “¿tengo una cena con mis antiguos compañeros del cole y no sé que ponerme, me dejas una de esas camisas tan chulas que te pones siempre que quedamos con la profesora de pilates?”
  •   Una compañera de oficina le dice a la otra: “pero qué guapa estás hoy, y cómo te brilla la piel… hasta se te han quitado esas pedazo de ojeras de los últimos días” Frase espejo: “ya veo que mis ojeras te llaman la atención, yo ni me doy cuenta, así que  cuando necesite saber si están muy marcadas te lo puedo preguntar a ti”.
  •   Un profesor del INEM. Un alumno, aplicado y extravertido se muestra indiferente y pasota durante toda la clase: está recostado en su silla con la mirada perdida. Para finalizar, la profesora lee un breve artículo a modo de cierre. El alumno, de repente recupera la postura y dice efusivamente “qué bueno! de todo lo que has dicho hoy es con diferencia lo más interesante, dame el link para subirlo al facebook!!!” El profesor, incómodo, pero aún inconsciente del mensaje real (“tu clase ha sido un aburrimiento, sólo me interesa el artículo, así que hazme el favor de dármelo”) le regala el papel. En la siguiente clase, ya consciente, le dice al alumno: “¿qué tal fue la acogida del artículo en tu facebook? ¿Reaccionaron tus amigos tan efusivamente como tú en la clase?”
  •  Pepe tiene una idea para emprender un negocio, y le apetece contárselo a su amigo Juan, aunque duda, porque a veces siente como si Juan le tuviera algo de envidia, pero es su mejor amigo, y realmente le apetece compartirlo con él. Otras veces cuando ha querido contarle sus proyectos, Juan se muestra indiferente, cosa que no pasa cuando conversan sobre otras facetas de sus vidas. Frase espejo: “Tengo muchas ganas de contarte mi proyecto, pero no quisiera aburrirte, ¿prefieres que te lo resuma para no agobiarte con detalles o te apetece que te lo cuente de principio a fin?”
  •  Entre David y Rita reina una tensa calma desde que tuvieron aquel rifi rafe en la oficina. Desde entonces David finge ignorar a Rita en las conversaciones de a tres con Mónica, la tercera compañera del despacho. Además últimamente le ha dado por piropear amablemente a Mónica, siempre en presencia de ambas, y jamás halaga a Rita. Mónica, que está al margen de todo, le dice en tono de broma a David: “estoy empezando a pensar que tanto piropo me lo dices por cumplir” y Rita aprovecha la ocasión para decir su frase espejo “no creo que te diga piropos por cumplir Mónica, si así fuera también se los diría alguna vez aunque sea, al resto de chicas de la oficina, ¿no crees?”
  •  Rosa y Puri suelen ir de compras juntas, se complementan muy bien, porque el entorno de ambas, incluidas sus parejas prefieren otro tipo de ocio. Suelen quedar en el km cero de la Puerta del Sol. Rosa lleva un tiempo acudiendo tarde a sus citas, cosa que molesta a Puri, porque en otros encuentros con amigos comunes Rosa es puntual, además piensa que se toma con ella pequeños abusos de confianza que nunca se tomaría con el resto de la pandilla. Antes de acudir a la última cita, Rosa manda un waspp con la localización de una tienda donde prefiere encontrarse con ella en lugar del km cero. Puri llega 20 minutos tarde, el tiempo que ha tenido Rosa para recorrer la tienda, se saludan y Puri pregunta el porqué del cambio de punto de encuentro, a lo que Rosa contesta como sin darle importancia: “como últimamente te retrasas, prefiero hacer compras mientras llegas… ya me he recorrido la tienda entera, así que… vamos a por la siguiente”.

Espero que os sirvan estos ejemplos y ojala podáis ponerlo en práctica!

Finalmente, como el manejo de las relaciones no es una ciencia exacta, es posible que algunas personas parezcan no reaccionar a tus mensajes, personas que le ponen tan poca conciencia a sus actos que les cuesta ver hasta el espejo de sí mismos, la mayoría son olvidadizos y/o despistados, porque el olvido es una de sus estrategias para no hacerse cargo de su comportamiento. Seguro que ya estás pensando en alguien…  no desesperes! piensa que al menos tú no te estás “tragando” su agresión y se la estás “devolviendo” de una manera “no agresiva”, lo cual te tranquilizará y te quitará ansiedad.

Os dejo un enlace para aquellos que les interese más ahondar en el mundo de los pasivo-agresivos http://micadaverexquisito.blogspot.com.es/2012/08/diez-frases-pasivo-agresivas-evitar.html

4 Respuestas a “DEVOLVIENDO SU AGRESIÓN AL PASIVO AGRESIVO

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