Los largos días del verano llegan a su fin para dar paso al frío, la humedad y la falta de luz. Ha llegado el otoño. Y con él los antigripales, los antidepresivos y los ansiolíticos.
Ya sabemos que el otoño, por sí mismo, no deprime, lo que nos entristece es el clima, que nos obliga a abrigarnos y a acabar nuestra jornada sin la luz del sol. Y esto es algo que no podemos evitar. Sin embargo cada uno de nosotros contamos con un “remedio” que puede dar la vuelta a nuestro estado de ánimo.
He aquí sus instrucciones de uso:
1. Busque un modo de darle la bienvenida a la nueva estación:
- Cambie la decoración de su hogar buscando más calidez.
- Compre algún complemento de armario.
- Disfrute rellenando la despensa.
- Limpie la chimenea mientras piensa en próximas reuniones al amor de la lumbre.
- Elija un nuevo juego de mesa mientras imagina con quién disfrutarlo.
- Enrólese en esa actividad que siempre quiso realizar.
2. Procure, más si se encuentra en situación de desempleo, irse a dormir con una idea mental aproximada de los planes para el día siguiente, por simple que sea: esto nos ayudará a empezar el día superando la apatía, pues tendremos conciencia de que nos levantamos «para algo».
3. Dado que la nueva estación trae frío y nuestro cuerpo nos pide calorcito, para compensarlo, es conveniente buscar el contacto con personas cálidas y agradables… y esto es muy recomendable llevarlo a cabo en dosis altas, más aún: Sin Límite!